
Mosul, Iraq 01/01/2023 (Qué ver en Mosul)
Cuando llegas a una ciudad como Mosul (pronúnciese como llana Mósul), es muy difícil salir de ella como si nada. Tampoco ha sido la primera, ni tampoco sea la última que vea similar a ésta. A menudo, cuando viajas no ves el impacto de igual manera. Y me refiero a que, en lo personal, la percepción ante un lugar derruido por la consecuencia de catástrofes naturales como seísmos, tifones, inundaciones, etc., es impactante ¿cómo no?, pero en mi caso duele más cuando es el ser humano el autor de tales barbaries por razones, religiosas, étnicas, políticas, etc.

Os cuento un poco como me fue por allí en día y medio por si os sirve de utilidad.
Llegué desde Baghdad en taxi compartido desde el garage Al Alawi (la parte norte). Ya sabéis que hasta que no se llenan no salen. Hay que ser un poco ávido y tomar uno que ya haya alguien dentro para que salga cuanto antes. La escena típica de que cada conductor insista en que te vayas con él no es una excepción.
Me cobraron 20.000 dinares y no esperé más de 20 minutos hasta que salió.
A mitad de camino hizo una parada en un área de descanso con un gran restaurante, baños públicos y alguna tiendecita para snacks y bebidas refrescantes. Me llamó la atención ver todos los coches con sus limpiaparabrisas abiertos mientras estaban aparcados. Sigo sin saber el por qué. Si alguno lo sabe y lo desea, que me deje un comentario.
El taxista para agradar mi presencia puso algo de reguetón. No sabía que lo odio hasta que le pedí que pusiera mejor música local.

Llegué ya de noche y, aprovechando que pasó por el centro, me bajé y me hospedé en el hotel Karamanah (en árabe فندق كهرمانة ) 30.000 dinares. Un hotel limpio, bien situado en una zona animada con restaurantes y tiendas locales.
Os cuento qué deberías ver a mi criterio. Aunque os soy honesto que me dejé muchas cosas por ver. Con ganas de caminar se puede llegar a la mayoría d ellos lugares.
El centro histórico (aunque esté derruido)

Doloroso el paseo por este barrio histórico. Hace 6 años que Mosul quedó liberado del asedio del ISIS. El rastro de los bombardeos continúa por desgracia. Un paseo de 15 minutos entre los escombros es suficiente para presenciar tal hostigamiento. Se estima que 8000 edificios fueron destruidos o seriamente dañados. Solo unos pocos se han reparado o reconstruido por completo.
Todo esfuerzo para que vuelva a verse como antes no creo que sea posible para esta generación aun con la cooperación de la UNESCO y aportaciones de algunos países occidentales y los Emiratos Árabes Unidos. Ya no hablo de las pérdidas humanas cifradas en miles donde muchos tuvieron que huir a ciudades kurdas como Erbil, Duhok o Solimania.

Muchas casas dejan entrever su fina arquitectura y también mezquitas chiitas, incluso iglesias católicas cuyos restos de campanario quedan visibles entre los casquetes derruidos por culpa de los bombardeos aéreos y morteros con granadas.

Esta área es el epicentro del casco histórico, pero también notaréis en otras zonas de la ciudad edificios medio derruidos. No haría falta decirlo, pero evitar caminar por las aceras es vital. De un soplido de viento te puedes jugar la vida.

Otro aspecto que llama la atención es la cantidad de coches bomba abandonados entre solares. Amasijos de hierro que perduran en las calles sin ser retirados. Es muy difícil no sensibilizarse al pasear por este barrio.

El mercado Al Maydan
Muy cerca de las ruinas del centro histórico, en el barrio de Maydan, es fundamental una visita. Puede que no veáis nada extraordinario si ya habéis visitado otros mercados de Iraq, pero a mí me encantó. Es que nunca me canso de ver mercados, aunque ya haya visto parecidos.

Telares, puestos de frutos secos, especias, menaje de hogar no faltan. Como siempre digo, en los mercados es donde se pueda tastar el ADN de un lugar de manera muy comprimida. Existen muchos estímulos sensoriales de los que aprovecharse.

La gran particularidad de este mercado es su proximidad al rio Tigris y eso es sinónimo de pescado. Sí, en un extremo están los puestos de pescado muy fresco. Allí mismo es muy tradicional cocinarlos fritos o a la brasa colocados en un perfecto círculo mirando el fuego. Es una oportunidad única para degustar los pescados de este río como son el pez-gato o la carpa del Tigris.

Pasear por el viejo puente del Tigris
Quizás os parezca una chorrada cruzar un puente por cruzarlo. Pero me gustó pararme un rato a la mitad y contemplar el bíblico río. Observar a la gente que cruzaba, con su compra del mercado, niños uniformados al colegio o simplemente gente que se entretenía dando migas de pan a las gaviotas que se agolpaban en las inmediaciones del puente.

Tiene una parte central para el paso de vehículos, y sus laterales unas pasarelas para viandantes. Tristemente este puente de acero no escapó del asedio yihadista el cual colapsó en su parte central.
Se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad.
El castillo de Bashtabiya
Primero deseo bajar un poco las expectativas sobre el mismo, pero considero que merece la pena llegar hasta allí. Está poco mantenido, pero este castillo del siglo XII era parte de lo queda en pie de los siete que comprendían la ciudad cuando estaba amurallada hasta su destrucción durante la invasión del imperio otomano. Por si no fuera suficiente, un misil cayó muy cerca durante el asedio del ISIS en 2015.

Se puede subir sin mayor complicación hasta la cumbre. Desde arriba hay una espectacular vista de la ciudad y el rio Tigris que queda justo debajo. Sed cuidadosos con las fotos pues hay un cuartel en un lateral. Son muy sensibles a la fotografía en lugares militares o estratégicos y os podéis meter en problemas.

De camino os impresionará la iglesia de St Mary al-Tahira y la mezquita chiita de Al Nuri, ambas bombardeadas.
El parque de los Mártires Al-Shuhadaa
No está abierto todo el día, pero para mí es el símbolo del intento por regresar a la modernidad y normalidad que se le quiere dar a la ciudad. Os recomiendo pasearos por la noche donde las fuentes a ritmo de la música es un espectáculo para entretenerse un rato entre chorros y luces.

Hay muy buen ambiente y, en época de calor, el rocío del goteo de los chorros puede ser un buen alivio. Para entrar, como en muchos lugares públicos, os registrarán, pero sin mayor problema.
La gran mezquita de Mosul
Como cualquier otra ciudad iraquí hay una mezquita emblemática o más significativa. La gran mezquita sunita de Mosul es el emblema de la ciudad de Mosul. Está situada al lado izquierdo del rio Tigris (los lugares que os detallo arriba están en el lado derecho); en el distrito de Taqafah y cerca de la zona arqueológica de Nineveh que no pude visitar por estar cerrada. Pero de haber ido, la hubiera seguro recomendado.

Se llamaba antiguamente Saddam y ya sabéis por qué. Está en construcción, pero su majestuosidad con sus 17 cúpulas merece acercarse a su exterior
Muy cerca de allí accederéis a una zona de Mosul más viva de restaurantes y hoteles de más categoría para viajeros más pudientes.
¿Y qué más se puede hacer en Mosul?
Pues comer ¿cómo no? Ahí van unas recomendaciones.
Podéis encontrar comida en puestos callejeros donde el shawarma (el equivalente al kebab) es lo más recurrido. Si deseáis algo más «higiénico y sentaros en una agradable terracita, os recomiendo el Raiedbadr (pinchar el link). Está al final de la calle Al Jamhuriya, la misma del hotel Karamanah que os recomendé. Los sharwama sirven están de muerte y los sirven con platitos complementarios de ensalada de cebolla, remolacha y tomate junto con una croquetas rebozadas.

En la zona más comercial y con algo más de clase cercana a la gran mezquita pasaros por el restaurante Al Janddol y probar el Lahm Bi Ajin. Os recordará a la pizza, pero nada que ver. La pasta de harina es diferente y finísima. Muy simple en ingredientes como podéis ver en la foto, pero deliciosas. Aquí en Mosul, a diferencia de otros lugares de Iraq se les suele echar un huevo estrellado.

Otros de los lugares imprescindibles son la teterías. En numerosas ocasiones no pagareis nada por un té. Tan pronto poco que entabléis una conversación con el propietario u otros clientes que veáis sentados. Son para mí lugares de descanso que no vienen nada mal tras una larga caminata.
Y para terminar
Solo decir, que hay que ir a Mosul con una mente abierta y receptiva. Si has llegado has este post, seguro que la tienes. En Mosul fue día y medio, pero creo que da para tres. Puede ser una buena puerta de salida para entrar en Kurdistán. O como primera de entrada si venís desde allí. Se pueden visitar algunos museos que no me cuadró para ver e incluso Hattra, unas ruinas que, aunque fueron muy deterioradas por el ISIS, son muy accesibles desde Mosul. El hotel que os menciono os pueden en la recepción buscar un conductor para hacer una visita en un mismo día

Espero que este breve artículo de qué ver en Mosul os sea de cierta utilidad si llegáis a ir algún día. Estoy abierto a incluir más recomendaciones si visitáis esta ciudad emblemática del Tigris.
Si te gustó este post, quizás te guste este otro del Nazri de Irán.
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Mi visita a Mosul me sobrecogió. El grado de ensañamiento y la destrucción de la ciudad me impresionó. Hatra fue todo un descubrimiento para mi.
Hola Mónica
Si, es muy raro no conmoverse con este lugar. Es terrible lo que pasó allá. Saludos