
Nairobi. Kenia. Agosto 2011
Bien está también conocer en Museo ferroviario de Nairobi, para un país tan afamado por sus safaris: Los conocidos parques nacionales para ver migraciones de ñus, cebras y demás fauna de la zona copa la mayoría del interés de los visitantes de este país.
No obstante, aprovechando que Nairobi es el punto de entrada más habitual a Kenia, se puede empezar a testear culturalmente algunos aspectos, que a mi juicio, pueden dar valor a un viaje por este país del Oriente Africano.
El Museo Ferroviario de Nairobi es un buen ejemplo, sobre todo para aquellos entusiastas de los trenes de vapor y elementos ferroviarios que ya han quedado en desuso en la actualidad.
Este Museo se encuentra en un lado de la actual estación de Nairobi donde todavía da servicio a la costera y muy importante ciudad portuaria de Mombasa y por el Oeste hacia Kisumu junto al Lago Victoria.

De todos es sabido que la colonización anglosajona en África dejó un sinfín de desigualdades, expolio y explotación de recursos naturales. Ni que decir tiene el sometimiento por parte de los colonos blancos a los nativos para realizar duros trabajos en regimen de esclavitud.
Este saqueo de bienes naturales, imprescindibles en plena ebullición industrial de la época, había que trasladarlos hacia los puertos, y desde allí a Inglaterra por vía marítima. Esa fue la primera causa que trajo consigo la construcción de líneas estratégicas de ferrocarriles y que hoy en día se conservan casi intactas como en la era colonial.
Por lo tanto, considero que visitar este tipo de museos puede darnos una buena enseñanza del pasado colonial. Un aspecto histórico del país. Si además es el viajero un entusiasta de los ferrocarriles disfrutará junto muchas anécdotas de la explotación, y más con la peculiaridad del ámbito africano donde estas líneas ferroviarias circulaban.

En este museo ferroviario de Nairobi, anexo a la estación de la capital de Kenia, y en cuyo edificio que fincionaría como factoría, se exhiben en una gran sala artilugios diversos: desde faroles, señales, campanas de bronce, teléfonos de campaña y pértigas con los que se enganchaban a los cables para la comunicación con estaciones, y viejas máquinas expendedoras de billetes de cartón que grababan la fecha el viaje.
También muchos instrumentos empleados por el servicio de Vía y Obras y muchas fotos en color sepia que nos muestran un reflejo del ferrocaril de épocas pasadas.
Quizás con las dos aspectos que más se prenda el viajero es con el «bicirail» que utilizaban los guardavías para inspeccionar el estado de las instalaciones, y la historia de los dos leones de Tsavo que se comieron literalmente a obreros durante la construcción del ferrocarril a su paso por el Rio Tsavo y cuya historia está muy presente en fotos y reseñas en el museo.
Este hecho generó el pánico entre los obreros ferroviarios, muchos de ellos de origen indio, que se vieron obligados a huir del lugar como pudieron. La principal consecuencia, la paralización de la construcción de este puente ferroviario por diez meses.



By Carlos Martinez
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Muy bueno tu recorrido por el Museo que, además, complementas con unas hermosas fotos. Interesante. Yo solamente estuve en la estación de la que, como siempre, había una leyenda curiosa: en ella se rodaron varios planos de la famosísima película 'Memorias de África'. La verdad es que no lo he comprobado.
Un abrazo, 'animal-viajero'.