
Porque en viajes y turismo, no todo vale…
En el post de hoy estreno la sección que voy a llamar «reflexiones viajeras», donde más que hablar de destinos y experiencias de viajes, voy a comentar temas que están relacionados con los viajes pero desde un ángulo de la opinión personal en base a mi experiencia propia. Obviamente cada quién tendrá la suya con lo que se pueda estar o no de acuerdo, pero creo que puede despertar conciencias y con eso ya me doy por satisfecho. Más allá del punto de vista que cada quién pueda tener y que respeto profundamente.
Se intenta diferenciar mucho el término turista y viajero. Cada uno es libre de catalogar cada tipo. Hoy no lo voy a hacer, pero cuando lees posts de blogs, artículos de prensa, tweets y ves fotos de Instagram, si me preocupa cómo se intenta vender lugares como idílicos, playas desiertas y monumentos desconocidos.
No cuesta nada admitir que son lugares megaturísticos. No hay por qué negarlo. Tan sólo es sincerarse con uno mismo y con el público al que escribes.
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Calles de Guimaräes (Portugal) |
Podría poner muchos ejemplos, pero por citar algunos: Las Islas Phi Phi o el Palacio Real en Tailandia, la Fontana di Trevi, Taj Majal, la Torre Eiffel, el Puente Brooklyn, el Machu Picchu, el Corcovado, el Chichen Itzá y muchos lugares más que se podrían recordar.
Y quién no se ha tropezado con grupos de japoneses detrás de la banderita del guía como si fueran ganado.
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Playa de las Islas Phi Phi (Tailandia) |
Lo mismo se podría decir de los safaris. En particular los de Kenia y Tanzania cuyo leopardo o león lo ves tú y 200 turistas más.
Recuerdo una vez sentado muy a gusto en una apacible y agradable terraza de Willemstad en la Isla de Curaçao tomándome un café. De repente, cientos y cientos de turistas estadounidenses desembarcaron de un enorme barco crucerista. Se terminó la paz y el encanto de la ciudad que había hasta entonces. Por supuesto se arruinó mi plácido momento. Me sentí totalmente frustrado.
¿Habría que buscar un equilibrio? ¿Se tendría que buscar unos márgenes tolerables de visitantes que no altere el modo de vida local y que se respete el entorno con su encanto natural?
Pues en mi opinión sí, pero no creo que haya una solución fácil.
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Hilera de Land Rovers en el Serengeti (Tanzania) |
El título del post » turismo que gran invento» me trajo el recuerdo a un clásico del cine español de Paco Martinez Soria y donde el boom turístico con todas sus connotaciones se ponía en escena con todas las «virtudes» que trajo en aquella paupérrima España y su apertura al exterior con el escaparate del sol y playa como reclamos mágicos. Las consecuencias de aquello todos lo sabemos. Pueblos como Benidorm o Torremolinos que cambiaron su fisonomía adaptados totalmente al sector turístico.
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Corcovado Rio Janeiro |
Los que les guste el turismo de pulserita y pax de todo incluido, para los que les gusten los cruceros donde te den de comer lo mismo que en casa, beber sangría y te entretengan con bailes folclóricos del lugar. También visitar tiendas patrocinadas de souvenirs y apuntarse a las excursiones como las del colegio a las fábricas de Coca Cola, no se han de preocupar: Cancún, Punta Cana, Varadero, Phuket y muchos más lugares así no faltarán en los escaparates de las agencias de viaje.
A los que les guste descubrir lugares nuevos que no haya pisado el hombre antes, olvidaros. Los tiempos de Garibaldis, Willie Fogs, Marco Polos y Magallanes ya pasaron hace mucho tiempo. Pero hay muchos, muchos pero muchos lugares para visitar. No seremos el primer visitante, pero al menos encontraremos la esencia del lugar como antes de que llegaramos y dejaremos el lugar del mismo modo como lo encontramos.
Despertaremos curiosidad positiva entre los locales, notaremos más hospitalidad y quizás podamos mejorar algo la economía local. De una manera sostenible. Hospedándonos en negocios familiares, comiendo en comedores o restaurantes donde comen los nativos y haciendo uso de sus mismos medios de transporte.
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Sin palabras |
Yo creo que por ahí si podemos colaborar con un turismo más equilibrado y sostenible, bajándonos por su puesto todas las expectativas, y a partir de ahí, todo será mejor de lo que esperábamos e imaginábamos.
Cosa que no ocurre con los paquetes turísticos donde son muy altas, y cualquier mínimo contratiempo, se convierte en descontento y frustración porque pensamos que todo tienen que funcionar como en nuestro país, y consecuentemente acabará en reclamaciones posteriores y un mal recuerdo del viaje.
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Camión reconvertido en Bus en Cuba |
By Carlos Martinez
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Pues sí, amigo Carlos. Así es. Alrededor de los viajes, del turismo, se mueven tantos intereses que todo se pervierte. Defensor como soy de los viajes diferentes, a tu aire (lo que demuestro en cada viaje), esos grupos masivos -con bulla incluida- los detesto. No puedo evitarlo. Ese goloseo y empalago de algunos 'influencer' (qué termino más poco modesto) me saca de quicio, pero no puedo pelear en solitario con tanta gilipollez, y exaltación de 'egos'.
'Me cago en la…..'.
Un abrazo, Carlos.
¿Has cambiado el ‘blog’?. Vaya, y yo que ya me había acostumbrado al otro. Tendré que practicar. La verdad es que yo también estoy pensando en darle una vuelta al mío.
Un abrazo.
Hola Blas
EStá todavía en construcción, A ver si me aclaro. Es el paso de Blogger a WordPress. Ya veremos como sale. Saludos 🙂