
¿Por qué no viajar a México durante la COVID-19? ¿Por qué no aprovecharse de una visita a uno de los mejores países para disfrutar de su gastronomía, historia, cultura y hospitalidad? México es uno de los países sin restricciones para españoles. Un país que nos espera…
México. Agosto 2020
Viajar a México durante la Covid-19 es posible. Os cuento un poco de manera global todo lo que necesitáis saber si deseáis viajar a México en estos tiempos tan complicados para moverse. Veréis que no es tan difícil y os aprovecharéis así de conocer el país todo para vosotros y sin apenas turismo.

EL EMBARQUE Y VIAJE EN EL AVIÓN
En mi caso, lo hice por la Terminal 4 de Madrid A, Suarez -Barajas y por la aerolínea Aeromexico. El 30 de Julio parecía a las 10 de la noche un aeropuerto fantasma. Quién se lo iba a decir en este día un año antes a los viajeros de esta terminal cuando normalmente es una fecha efervescente de viajeros que inician sus vacaciones estivales.

El embarque se hizo con más antelación con respecto a la situación habitual para que no se apelotonara la gente y por secciones del avión. No dejaban abordar una sección sin que los pasajeros de la precedente no estuvieran ya acomodados en sus asientos. En general duró obviamente más que de costumbre.
El avión iba como dos tercios de su capacidad con lo que una vez todos estábamos sentados pudieron reubicarse muchos viajeros para dejar una siento sin nadie en medio.

Del resto del viaje, obviamente había que ir con mascarilla obligatoria puesta. En el momento del servicio de comidas, esta fue muy austera con solo un menú de raviolis y poco más. El reparto de vino en vasito de una botella común y cervezas de lata, además de las comunes bebidas resfrescantes o agua. Ojo que en otras compañías han limitado el alcohol y la comida te lo dan en un paquete previamente sanitizado. Por lo que, si os gusta comer con alcohol, mejor Aeromexico.
Por lo demás, nada más que cambie con respecto a un vuelo trasnoceánico normal de 12 horas excepto pequeños detalles de mucha advertencia por megafonía relacionada con la protección sanitaria. El desembarque fue también por secciones y el regreso a Madrid muy similar que a la ida pero hay que rellenar este formulario.
EN EL AEROPUERTO DE LA CIUDAD DE MÉXICO
Tanto inmigración como aduanas fue de lo más rápido. Aparte de la forma migratoria de costumbre, hubo que rellenar y presentar un formulario que os adjunto. Recoger el equipaje en la cinta asignada y pasarla por un filtro que presentó bastante cola, y una vez pasado, salir de la terminal con naturalidad.

Ojo con los bocatas de jamón, queso etc. Había una señora con un perro olfateando el equipaje de mano y, bocata que pillaba, bocata que te requisaban.
VIAJAR POR EL PAÍS CON EL COVID-19
Primero deseo comentaros una cosa para tener en cuenta para viajar a México durante la Covid-19. El país está divido en 32 estados además de la Ciudad de México. Cada estado tiene su color de semáforo epidemiológico en función de varios factores como propagación de la pandemia, contagiados, camas libres hospitalarias, etc. Existen 4 colores: rojo, naranja, amarillo y verde cuyo color se va actualizando cada 2 semanas. La mayoría estaba en rojo y en naranja a mi llegada. Cada color identifica el nivel de restricciones.
Por los estados que viaje: Hidalgo, Querétaro. Aguascalientes, Zacatecas y la Ciudad de México se encontraban en rojo o en naranja según el caso. Digamos de restricción máxima.

PARTICULARIDADES CON LAS QUE TE VAS A ENCONTRAR
Por lo general, podéis disfrutar del país aun con todos los condicionantes que requiere la pandemia. Os facilito algunas situaciones cotidianas:
Comercios
Es cierto que te puedes encontrar que muchos comercios abren a partir de las 10 y que cierran sobre las 7 de la tarde. Dependerá del estado donde os encontréis. A la entrada tendréis que pisar una alfombrilla impregnada de agua con lejía, deberéis llevar mascarilla, que dicho de paso en México se conoce como cubrebocas, y en la gran mayoría de las ocasiones, os tomarán la temperatura. Sí, en el primer día ya os la habrán tomado como 20 veces. Más que en el resto de vuestra vida pasada y no os exagero.

También como en España, os pondréis vuestra dosis de gel hidroalcohólico que por lo general es mucha más gelatinoso y pegajoso. En muchos veréis carteles que solo dejan entrar a un miembro de la unidad familiar. Esto por si vais acompañados con alguien de la familia.
Restaurantes
Aquí las medidas se acentúan en consonancia con la categoría y el caché del local. La mayoría están abiertos y las reglas son similares que para los comercios. Veréis muchos camareros con pantalla protectora además del cubrebocas y, en muchos otros casos, el cubrebocas indebidamente colocado en la barbilla. Hay bastante disparidad y criterios de protección. La implementación del código QR se ha hecho también popular para acceder al menú. Claro que este aspecto va conforme a la categoría del restaurante. Se ha instaurado bastante el modo de «comida para llevar» en vez de consumirlo en el propio restaurante.
Museos y lugares arqueológicos
Los Museos y lugares arqueológicos iban abriendo tímidamente desde primeros de agosto, aun con menos aforo autorizado. No os puedo contar mucho al respecto pues no entré en esta ocasión en ningún lugar de estos.
Transporte público
La verdad es que mi visión fue negativa y muy dispar al respecto. En el transporte muy local vi poca implicación en el cumplimento. Si muchos conductores no llevaban cubrebocas, poco pueden exigir a us pasajeros. Hablo de peseros, busetas, combis y muchos taxistas.

En Uber, metro y transporte interurbano noté más seriedad con el asunto. El problema es que la mayoría de la gente una vez se sentaba se quitaba el cubrebocas y el chofer no les decía nada. En el Metro de la Ciudad de México si observe bastante cumplimiento
Pasear por espacios públicos de las ciudades y pueblos
Noté que, a medida que la ciudad era más pequeña menos se respetaba el uso de las normas. El nivel de desidia aumentaba. Por ejemplo, en la Ciudad de México observé más concienciación, y en ranchos de apenas 1000 habitantes, casi nadie tomaba medidas.

Muchos jardines y plazas públicas estadas para impedir su acceso, pero constantemente la gente pasaba por debajo de la cinta para atravesarlas o sentarse en un banquito.
Veréis muchas advertencias y anuncios relativas a la Covid-19 en espacios públicos. Sobre todo relativa a la distancia interpersonal. Las palabras «sana distancia» la escucharéis en multitud de ocasiones.
Incluso se han inventado un personaje infantil conocido como Susana distancia con la imagen de una niña con los brazos extendidos para mantener la distancia de seguridad interpersonal. Imaginación no les falta y me parece genial la idea para concienciar a los más jóvenes.

Os sorprenderá gratamente ver en algunos lugares de pública concurrencia como plazas o paseos la presencia de módulos de test rápidos serológicos de Covid-19. No es que estén muy extendidos pero los hay. Un servidor aprovechó y me lo hice. Y gratis! También los hay de limpieza para lavarte las manos, y como una especie de carpas que te «fumigan» con un spray de manera automática cuando lo cruzas. Sobre todo para acceder a una plaza o lugar muy concurrido.
Lugares de culto

Similares medidas que en comercios pero si toma de temperatura excepto en alguna ocasiones especiales. Aforo también limitado y en muchas ocasiones observé las misas fuera de la iglesia. Incluso confesiones. Al parecer las normas cambiaban si era dentro de la iglesia o en las afueras.

Estos lugares, sea o no el viajero creyente, ofrecen muchos aspectos históricos del país y no digamos de la arquitectura colonial tan rica de México. En esta época se pueden visitar para nuestro interés turístico sin ningún problema.

Mercados
Lo que os he comentado de comercios, y restaurantes de México para viajar durante la Covid-19 es aplicable a los mercados. Todo dependerá si es interior con acceso controlado, o si por otro lado es exterior que no hay ningún control y dependerá todo de la conciencia del ciudadano, como en cualquier espacio público al aire libre.

¿ENTONCES MERECE LA PENA IR A MÉXICO DURANTE LA COVID-19?
Sin duda. Claro que aconsejo viajar a México durante la Covid-19. Respeto a todo quién que en estos tiempos prefiera no viajar, pero…¿por qué no hacerlo? Si vamos a comprar, a trabajar, al mercado, nos reunimos con amigos o nos echamos un café en una terraza. Viajar es otra faceta de la vida que se puede seguir haciendo. Eso sí, dentro de la nueva normalidad la cual tenemos que acostumbrarnos a vivir. En un viaje en estos tiempos de la Covid-19 veremos que hay seguir similares reglas como en España y adaptarnos a las del país que visitamos.

En México, además es de los pocos países de fuera de Europa en los que podemos ir sin pruebas negativas de Covid-19, ni cuarentenas, disfrutaremos incluso más si eres de los que no te gusta toparte con el turismo masivo y verás los lugares que normalmente están concurridos todo para tí solo. Te recuerdo mi antiguo post de las 25 que puedes hacer para disfrutar de México para abrirte boca. Y ya es tu decisión tan respetable. La mía ya la conoces…
IMPORTANTE!! Esta publicación en cuanto a todo lo que os cuento es vigente en la fecha de la misma. Seguramente no tenga validez o hayan situaciones que mejoren o empeoren en función de la evolución global de la pandemia.
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Pues, me alegro, querido Carlos. Ese ímpetu tuyo es de admirar. Sigue viajando con ‘cubrebocas’, por el mundo (antes de comentar esto has estado ya en Brasil). ¿Cual será el próximo?. Yo, la verdad, tengo ganas de darme una vuelta por el mundo. Me diste envidia con el de Brasil.
Un abrazo.
Pronto volverás a viajar Blas. Ya me extraña que no te hayas animado a hacer algún viaje a donde nos dejen