DOHA. Con la mirada puesta en el 2022.

 Qatar , Julio 2010

Si hablamos de un pequeño país árabe del golfo pérsico, de incesante crecimiento y prosperidad, de baja tasa de criminalidad, de ambiciosos proyectos, rico en petróleo, un gran centro de negocios, multicultural, y de una fascinante y rica historia, muchos podrán pensar en que me estoy refiriendo a algún país como Los Emiratos Árabes, Omán, o quizás Bahréin. Pero si hablamos del país que acogerá el campeonato mundial de Fútbol 2022 nos tendremos que referir obligatoriamente a Qatar.
 
 
Y es que este pequeño país del Golfo Pérsico, desde que fue elegido el pasado mes de Diciembre como organizador del mundial de fútbol 2022 tiene el auténtico reto de demostrar al mundo toda su capacidad creativa, innovadora y económica para ser el foco de atención no sólo de Qatar en sí, sino también en representación del mundo árabe. Un pais que dicho de paso también esta muy asociado a la cadena árabe Al-Jazeera donde tiene en Doha su centro de emisión.
 
 
Pero con el campeonato mundial o sin él, y siguiendo la bandera de la prosperidad de las cercanas Dubai y Abu Dhabi, sólo se necesitan unos minutos de paseo a lo largo del  Corniche de Doha para darse cuenta que la capital qatarí ya se encuentra en constante transformación, invadida por torres grúa conviviendo entre rascacielos de caprichosas formas poliédricas donde se vislumbra lo que será un espectacular “skyline” muy comparable a las grandes capitales del mundo.

 

Para visitar este pequeño país lo mejor es hacerlo a través de la compañía Qatar Airways que conecta Madrid con Doha, pero no como destino final, sino como conexión para continuar a algún destino asiático.
 
Doha es un destino ideal para hacer un “stopover” que es como alargar una escala entre vuelos.
No hay cosa más frustrante para cualquier viajero como arribar a una ciudad de conexión y tener que conformarse con ver sólo el aeropuerto.
En nuestro caso convertimos la escala, en una estancia de cuatro días para continuar a Manila y que de paso  sirvió para ir acostumbrándose de manera más gradual a la diferencia horaria entre el este asiático y la hora española.
Otro motivo para no elegir Doha como destino final es que a pesar de la cercanía con Arabia Saudí o UAE no es fácil conocer estos países vecinos por tierra en cuanto a la dificultad del proceso burocrático que se necesita para acceder a Arabia Saudí que es el país que lo rodea.
Como consideraciones generales cabe destacar que una ventaja de Doha y que se agradece bastante, es que el aeropuerto está muy cerca de la ciudad, aunque planean construir uno nuevo. Hay que pagar en el punto de inmigración una tasa de 100 Riyals (20 €) que se pueden pagar en dólares USA y también con la tarjeta de crédito.
 
 

Para que nadie se lleve a engaños hay que decir que este país es muy pero que muy caluroso. En Julio que es cuando estuvimos se superaba fácilmente los 43º Celsius a las horas centrales del día pero parece ser que en el resto del año no varía mucho, sin apenas lluvia, y si a eso sumamos el alto índice de humedad que hay hace que a veces se haga imprescindible buscar una sombra o incluso un centro comercial o cualquier otro lugar con aire acondicionado. Realmente hay que ir con ropa fresca y algo para protegerse la cabeza.

En lo que se refiere al hospedaje es en general caro, con hoteles de mucho lujo aunque si se quiere dormir en lugares decentes por 50€ incluso menos se puede encontrar. Yo recomiendo el hotel la Villa que sin ser nada del otro mundo puede hacer su papel y está bien situado cerca del Gold Souck. También hay algún backpacker pero algo alejado del centro poco conveniente si se va a estar una estancia corta.

 

En cuanto el transporte público, hay bastantes buses de la compañía municipal Mowasalat, modernos y bien equipados y que cubren las principales áreas. Cuesta 3 Riyals (casi 0.60€) el pasaje y por lo que vi casi todas las líneas tienen una estructura radial cuyos autobuses parten de una amplia explanada al lado del área de zocos.

Seguramente las rutas más atractivas del viajero es la que recorre el Corniche hasta los zocos.
Los taxis en una ciudad como Doha son muy buena opción, fácilmente identificables de color azul celeste y en la que mayoría de taxistas son de origen paquistaní y chino, y de un precio asequible para cualquier bolsillo. No es de extrañar estando la gasolina a 0.18€ el litro.
También es una ciudad para andarla, sobre todo cuando el sol baja.
 
Personalmente  recomiendo un paseo por el Corniche que es como se conoce en muchos países árabes al equivalente de lo que en otros lugares llamarían el malecón, la costanera o en España el paseo marítimo.
Es un paseo largo pero entretenido, pues se ve una vista muy evocadora de la bahía de Doha. También es utilizado por muchos para practicar jogging, y además se llena de niños jugando y familias. En el Corniche también si se desea se puede dar un paseo en Dhow que son como barcos de color madera e iluminados para darse paseos románticos por la bahía mientras se cena.
 
En Doha el idioma oficial es el árabe pero todo el mundo habla inglés perfectamente. Hay que tener en cuenta que además de que fue colonia británica hay muchos expatriados trabajando, además de que es visitada por muchas personas de negocios.
 
Es sorprendente la cantidad de filipinos que hay, la mayoría trabajando en hoteles, restaurantes, y empleadas de hogar. Para la construcción también hay muchos expatriados que proceden de Paquistán, India, Bangladesh y de Europa del este.
 
 

Es muy frecuente ver coches de lujo y de gama alta por las calles y anchas avenidas de Doha, pero también viejos autobuses  amarillos como los que usan los escolares en los Estados Unidos. Muchos trabajadores de la construcción que trabajan en semiesclavitud son trasladados en estos buses desde zonas exteriores de la ciudad hasta la construcción donde laboran. Cuando termina la larga jornada son devueltos en los mismos buses a donde están instalados, algo más parecido a campos de refugiados que a otra cosa.

Para los amantes de las compras tiene en Doha un auténtico paraíso. Se pueden encontrar extravagantes centros comerciales algunos muy originales. Particularmente estuvimos en uno que se llama Villaggio Mall, que realmente por momentos, no sabía si estaba en Venecia o en Doha. Lo recomiendo visitar no por las comprar en sí, sino por lo original de su diseño.

El decorado estaba muy logrado con balconcitos al estilo de una tradicional villa italiana, y con un canal que va a lo largo de todo el mall con gondoleros y el techo en bóveda con el color celeste del cielo con nubes. Algo parecido al estilo del hotel «The Venetian» que hay en Las Vegas. Tiendas de las marcas más internacionales que se pueden encontrar en cualquier centro comercial además del Carrefour. Esta cadena francesa está muy presente en la zona árabe del Golfo Pérsico y es muy raro no verla en cualquier centro comercial.
Algo que se me hace bastante curioso es el hecho ver chicas con el hiyab y más aun con burkas en tiendas de moda e incluso de fina ropa interior. Dejo al lector cualquier interpretación…
Este centro comercial está alejado pero queda cerca del Fish Market que recomiendo visitar también y se puede ver ambas cosas. No so perdais la impresionante Torre Aspire que se ve detrás.

Para compras más tradicionales lo mejor son los zocos que me referiré mas abajo.

Del tema culinario, este es un país muy influenciado por la cocina india, libanesa e iraní donde el sabor a azafrán, canela, cúrcuma están presentes en sus platos. Y para beber, pues las limitaciones en el tema del alcohol que nos puede ofrecer un país árabe muy restringido a clubs distinguidos y hoteles de alto rango.

Ahora me referiré a otros lugares que visité en Doha y que recomiendo:

 

Souk Waqif.
 Es un zoco que está bien ubicado al final del Corniche y cara al puerto. Yo recomiendo pasearse al atardecer y de noche. El ambiente cambia mucho del día a la noche. Se nota que es un zoco restaurado pero conservando el toque tradicional de calles estrechas con paredes blancas y numerosas tiendas de especias, perfumes y artesanía tradicional. También venden “turistadas”, sourvenirs, camisetas, atuendos árabes, pashminas etc y hay un par de calles que venden pájaros y pequeños animales domésticos. Para terminar lo mejor es dependiendo de cada presupuesto cenar en los variados restaurantes que hay en un extremo del Zoco. Es una calle muy animosa ideal para comer comida india, marroquí, local e internacional. Allí, en las numerosas terrazas al aire libre también se pueden tomar granizados de limón con yerbabuena que están riquísimos, todo ello mientras se disfruta del ambiente de la gente pasear.

En esta misma calle, hay un buen lugar para los que prefieren cambiar dinero en vez de sacar de un cajero y se ve fácilmente pues creo que es la única casa de cambios. La comisión que aplican es aceptable. Es un lugar que inspira confianza (muy importante), y cambian monedas de bastantes países del este asiático. Para los viajeros que vayan a continuar a algún país asiático es muy conveniente tener algo de cash, siempre se necesita para tomar un taxi, llamar por teléfono o algún otro pequeño gasto que se pueda dar pues nunca se sabe cómo va estar la cosa en el aeropuerto de destino para obtener moneda local y por los abusos que se suelen hacen con el cambio.

Una buena opción para matar el hambre si uno tiene el presupuesto apretado es un lugar que venden como una especie entre quesadillas mexicanas grandes y crepes pero más finas. Riquísimas y muy baratas que te las pides, te las hacen ahí mismo y te las puedes comer en un banco en frente. Este lugar está al final de la calle de los pájaros casi llegando a la plaza del Souk.
No faltan tampoco en la esquina de la plaza los puestos de las clásicas samosas que te las sirven en cucuruchos de papel.

 

Museo de Arte Islámico.
 Este museo está al final del Corniche, es un edificio precioso y está situado como en una pequeña península elevada artificial en donde se convierte en un lugar ideal para recrearse y disfrutar del bello paisaje urbano y de las azuladas y tranquilas aguas de la bahía.

La entrada es gratuita y no se necesita mucho tiempo para ver toda la exhibición. Para los que les guste la orfebrería y la cerámica, hay algunas piezas interesantes y también textiles. Casi todo es de países de la zona y también alguna muestra del arte andalusí.

 

Fish Market.
 Este mercado está bastante cerca del Villaggio mall , hay que ir en la mañana y se siente de una manera más real el modo de vida qatarí . Lo malo es el intenso olor a pescado, pero quedará totalmente compensado por la actividad y vida que tiene, todo un espectáculo sobretodo de buena mañana a la hora de la subasta donde pequeños comerciantes se abastecen de pescado. Al lado de este mercado hay otro de frutas y verduras pero de escaso interés debido a que la mayoría es fruta importada

 

 
 
Centro cultural islámico.
 Es un bonito edificio con un minarete que en la superior que hace como una espiral.
Cualquiera puede entrar aunque no sea musulmán y te reciben muy amablemente con un té moruno. El fín de este centro es promover el Islam y hay personas que querrán informarte de esta religión de una forma muy amena. Si no se quiere ser informado, son respetuosos con nuestra decisión y puede uno ver por sí mismo la historia de esta religión con los profetas y demás cosas a través de la exposición que hay. No faltan los libros a todo color en muchos idiomas que te entregan de manera gratuita.
 
 
Para terminar, también se puede visitar teniendo en cuenta que el país no es muy grande,  otras partes que no sea la capital, como playas, aldeas más alejadas de la frenética vida urbana de la capital  y los típicos tours en 4×4 por las dunas del desierto. Esto último no lo recomendaría por lo caros que son y además depende uno de la cantidad de gente que se inscriba. Si se tiene la oportunidad de ir en otra ocasión a Los Emiratos Árabes Unidos u otro país de la zona con desierto, será más factible y mucho más económico.
 
Aunque nunca se sabe, ni se puede decir, no creo que regrese a este país o quien sabe ¿Y si llegamos a la final del mundial 2022? Se me antoja muy lejano para entonces . Aunque si veinte años no es nada como dijo el maestro Gardel , pues once….
 

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